El 22 de julio de 2025, el Sol transita hacia Leo, signo que no necesita excusas ni permisos para ser lo que es. Este tránsito no es solo un cambio en el calendario zodiacal, sino una invitación a sintonizar con una energía clara, frontal y esencialmente creativa.

Leo es fuego fijo. No persigue aprobación ni se esconde tras la falsa modestia: se manifiesta. En su expresión más elevada, Leo actúa desde el espíritu, no desde el ego. Lo que lo guía no es la necesidad de imponerse, sino una voluntad sincera de compartir aquello que posee de forma natural: vitalidad, inspiración, autenticidad.

Durante esta temporada solar, el enfoque se desplaza hacia el amor propio, pero no como eslogan. Amor propio como relación con uno mismo basada en respeto, claridad y presencia. Si la autoestima ha estado herida, este es un tiempo propicio para deshacer creencias limitantes que han distorsionado tu percepción de valor.

Y si por el contrario, estás habituado a destacar, a ser visible o a ocupar el centro, conviene estar alerta. La intensidad del Sol en Leo puede inflar el ego, pero también puede servir como espejo: si aparece una compulsión por la atención o la validación, tal vez sea momento de revisar desde dónde estás actuando.

Es importante recordar que el Sol, en astrología, funciona como foco: allí donde se encuentra, ilumina. Durante aproximadamente un mes, proyecta el tema del signo que ocupa sobre lo cotidiano. Es el clima general, el telón de fondo. Y el tiempo ahora es Leo.

Lo que está activo no es el artificio, sino el impulso original del espíritu: ese que se manifiesta cuando se habla o se crea sin censura interna, sin el filtro de lo que los demás puedan pensar. La energía de Leo no es autoconsciente en el sentido ansioso del término. Es directa. Es solar.

Este año, como en el anterior, el ingreso del Sol en Leo se da en oposición a Plutón, que continúa su paso por Acuario. Esta tensión no es menor: mientras Leo afirma con calor y presencia, Plutón cuestiona, descompone, expone lo que no es auténtico. Plutón no destruye por crueldad, sino por precisión. Solo lo verdadero resiste su escrutinio.

Es útil reflexionar qué estaba sucediendo en tu vida en julio de 2024. Puede que hoy estés viendo el eco o la maduración de ese proceso. La energía solar te impulsa hacia afuera, pero Plutón pide profundidad, introspección, y limpieza de estructuras caducas.

Además, Saturno y Neptuno se encuentran en los primeros grados de Aries, otro signo de fuego. Esta conjunción lenta sugiere que también estamos inmersos en un proceso de disolución de límites internos. Lo que creíamos que era fijo puede estar cediendo. Y eso, lejos de ser una amenaza, es una oportunidad para redefinir con mayor fidelidad quiénes somos.

Desde el punto de vista astrológico, se dibuja además una figura de aspectos particularmente poderosa: el Sol en Leo forma trígono con Saturno y Neptuno en Aries, mientras que estos a su vez están en sextil con Plutón en Acuario, cerrando una configuración armónica que canaliza la tensión de la oposición Sol-Plutón. Esta figura recibe también el nombre de «triángulo de ambivalencia» según los Hubert.

El triángulo de ambivalencia, compuesto por una oposición, un trígono y un sextil, refleja una combinación de tensión y salida armónica. La oposición funciona como acumulador de energía y conflicto, mientras que el lado armónico (formado por el trígono y el sextil) actúa como vía de escape o resolución. El planeta en el vértice azul de esta figura —en este caso Saturno-Neptuno en Aries— funciona como posición de conmutación o control que puede ayudar a integrar y canalizar las tensiones. No se trata solo de drama interior, sino de encontrar propósito en medio de la transformación.

En este contexto, el llamado no es a brillar como espectáculo, sino a manifestar el espíritu con coherencia. ¿Qué haces con tu poder creativo? ¿Estás expresando lo que es verdaderamente tuyo, o simplemente reaccionando a lo que esperas que otros vean?

La sombra de Leo se revela cuando el deseo de reconocimiento desplaza la voluntad de compartir. Cuando se actúa más por respuesta que por convicción. Pero incluso entonces, hay una oportunidad: la de reenfocar la atención y reconectar con el origen de ese fuego.

Si sueles reprimir tu expresión, este puede ser el momento para salir de la reserva. No desde el artificio, sino desde el compromiso con tu propia verdad. Y si tiendes a ocupar demasiado espacio, a dominar o acaparar, tal vez te toque ceder protagonismo, practicar la escucha y recordar que inspirar no es lo mismo que imponer.

El espíritu de Leo no es arrogante. Es generoso. Ocupa espacio no para eclipsar, sino para dar permiso a otros de hacer lo mismo. La pregunta que deja este tiempo no es “¿Quién me está mirando?”, sino: “¿Estoy siendo fiel a lo que realmente soy?”

Y esa, al final, es la única luz que merece sostenerse.

Si te interesa conocer cómo este tránsito solar impacta tu carta según tu signo solar, he preparado un artículo complementario donde exploro signo por signo qué área de tu vida está siendo iluminada por el Sol en Leo. Allí también aplico el enfoque de casas derivadas, para quienes desean una lectura más matizada y simbólica del momento. Puedes leerlo como guía práctica o como ejercicio de contemplación astrológica: una brújula para integrar esta energía desde lo cotidiano y lo profundo. Aquí te lo acerco: https://deborahbreff.com/el-sol-en-leo-2025-lectura-por-signo-con-casa-solar-y-casas-derivadas/

Te abrazo y sigo en el camino

Deborah Breff

Deborah Breff

Deborah Breff

Licenciada en Lengua Inglesa. Sanadora, Astróloga y Exploradora de Consciencia.

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